miércoles, 2 de febrero de 2011

BASILEA

Basilea (Basel en alemán) es una ciudad-cantón del norte de Suiza, en pleno corazón de Europa. Esta elegante y tranquila ciudad de 200.000 habitantes, forma una aglomeración urbana internacional. Es conocida como la esquina de las tres fronteras, y esque está situada justo en un pico donde confluyen las fronteras de Suiza, Francia y Alemania. Es una de las pocas ciudades que aun goza de la condición de ciudad internacional y fronteriza, con esa esencia que les caracteriza.

El majestuoso río Rin es la principal arteria de la ciudad. Esta  se encuentra ubicada justo en el recodo en el que el río cambia su rumbo hacia el norte. Desde tiempos romanos ya sirvió como importante eje fluvial, que conectaba el centro de Europa con el Mar del Norte, y hoy en día posee el único puerto de Suiza. El río representa un nexo de unión para los habitantes y visitantes de la ciudad. La orilla, a la cual sus vecinos la llaman "la riviera" es un espacio con grandes paseos, donde la gente disfruta de las relajantes vistas, donde se juntan grupos de jóvenes, o grupos de gente que se sienta a disfrutar de los rayos de sol. En verano, incluso hay una zona habilitada donde los más atrevidos toman baños en las limpias y frescas aguas del Rin.







En la parte central del río, se encuentra el Mittlere Brücke, uno de los primeros puentes de piedra levantados sobre el Rin. Al cruzar este puente engalanado con banderas, encontramos el hotel Les Trois Rois, un lujoso hotel de época en el que entre otras personalidades, se hospedó el emperador Napoleón.

Desde aquí nos adentramos en la parte antigua de Basilea.Una buena parte del casco antiguo está construida sobre una colina junto al río, lo que hace que algunas de sus calles sean angostas, inclinadas y con escalinatas que llevan a la parte más alta. En la Marktplatz se encuentra el ayuntamiento, un bello edificio medieval de color rojo, lleno de frescos y murales.





En Basilea el patrimonio histórico está muy bien conservado, ya que las ciudades suizas no sufrieron la destrucción de la II guerra mundial. Es una ciudad ideal para pasear, ya que buena parte de sus calles históricas son peatonales o semipeatonales. Se mezclan las iglesias góticas y románicas, con todo tipo de palacetes y edificios señoriales.




Como ciudad fronteriza y aduanera que ha sido siempre, cuenta con muchos bancos y comercios, donde no pueden faltar todo tipo de tiendas de las principales firmas de ropa, moda, perfumes o joyería. Es tambien la ciudad de los cafés, donde en todas las plazas se encontrará alguna terraza, llena de gente disfrutando del sol y un clima un tanto más benevolo que no se encuentra en el resto de la montañosa Suiza. En casi cualquier rincón de la ciudad se podrán encontrar además con una de las mas de 150 fuentes repartidas por sus distintos barrios.





Subiendo por las calles inclinadas, se llega a la Münsterplatz, una bella plaza donde se encuentra la catedral de la ciudad, en la cual se encuentra enterrado el famoso humanista Erasmus de Rotterdam. Junto a esta, hay una explanada-mirador donde contemplar unas bellísimas vistas de todo el relieve de la ciudad atravesada por el gran río.




Basilea siempre fue una ciudad universitaria de larga tradición cultural. En ella se dieron cita durante siglos muchos de los principales pensadores y humanistas del medievo, y de esta tradición proviene hoy la gran oferta de museos que ofrece. La oferta va desde importantes pinacotecas de obras clásicas, a museos sobre la industria del papel, el juguete, la historia, las maquetas... y un sinfín de temas a elegir en las más de 30 exposiciones culturales que alberga la ciudad.




Es una ciudad donde se celebran además numerosas ferias y congresos, como la feria del reloj. Aunque la feria por excelencia es la Feria de Otoño, que desde hace 500 años llena las plazas con atracciones, puestos de venta, dulces y todo tipo de animaciones. En febrero tienen lugar los carnavales (Fasnacht), que se celebran durante 3 días y comienzan con una espectacular puesta en escena de madrugada, siendo de los más visitados de centroeuropa.

Al estar en una zona transfronteriza, las especialidades gastronómicas son muy variadas. Existen todo tipo de restaurantes, muchos de ellos de gama alta, donde se podrán disfrutar todo tipo de platos de cocina suiza, francesa, alemana, y de otras corrientes gastronómicas internacionales. No se puede dejar de probar las innumerables cervezas artesanas que se fabrican en la zona!





Para llegar a Basilea, se puede aterrizar en el EuroAirport, aeropuerto compartido entre los 3 países fronterizos, a 10 minutos en taxi o bus del centro de la ciudad. Para vuelos intercontinentales, está a poco mas de 30 min. el aeropuerto de Zurich. La ciudad es un importante nudo de comunicaciones del centro de Europa, por lo que está además conectada con una magnifica red de autopistas. Tiene 2 estaciones ferroviarias, una situada al sur de la ciudad, conectada a la red suiza, y otra al norte, conectada a la red alemana.

Recordad que en Basilea se habla alemán y la moneda es el franco suizo!

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www.baselmuseums.ch
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